"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos" | SURda |
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18-03-2016 |
Una carta abierta a Hugo Bruschi.
c.e.r
"Aquí a los presos no les regaló nadie nada, se organizaron y salieron a reclamar compensaciones a las que tenían derecho, por obra y circunstancia de lo que hoy se reconoce como “el terrorismo de estado”.
Acabo de leer la nota “el Diploma”, donde Hugo Bruschi, en su blog, toma un aspecto de “los presos” para continuar después con una evaluación del “accidente del ómnibus policial”.
Que hay gente que se “hace cartel” con sus prisiones y entra en cualquier ruedo menospreciando a los demás que no pasaron por la desgraciada peripecia, es una verdad. Que también el argumento, se ha utilizado, en más de una oportunidad, para salir de un apuro, en los que los pone un interlocutor, también es cierto.
Empecemos con los “rehenes” – todos ellos - la forma más alta y vergonzosa de la represión durante la tiranía militar. ¿Mujica “el Pepe” y el Sr. EFH, han utilizado esas prisiones, el “cartel” derivado de las mismas, para después desde ese sitial de privilegio, conquistar posiciones políticas dentro de la izquierda y luego sitiales parlamentarios y gubernamentales. ¿Y para qué usaron esa consideración especial del público en general, del electorado y de la militancia?
– Bueno la utilizaron para declararse los más fieles defensores de los verdugos que aterrorizaron a la ciudadanía toda.
Es también cierto, que entre los que estuvieron presos, hay muchos, varios cientos, que fueron en cana, “porque se entramparon ellos solitos”, antes, se les conocía por el sobrenombre de “los que se embagayaron”, los célebres “garrones” , admitiendo culpas y responsabilidades que no tenían. Y entre esas centenas hay también varias decenas, que fueron “alcahuetes”, “delatores”, “colaboradores” y después continuaron –presos- como “ortivas” en cada uno de los pabellones donde actuaban.
De todo eso hubo.
Y también hubo un público “de muchos miles de bobetas de izquierda” que argumentaban para cerrar cualquier otra posibilidad “estuvo preso”, dando y otorgando avales que nadie les solicitaba. Y cabe señalarle a Hugo Bruschi, que aquellos que avalaban con el salmodio definitivo de “estuvo preso”, pertenecen a la legión de los “veletas de siempre” que andan buscando una ocasión para “salir agitando banderitas”.
Pero todo eso, que desgraciadamente, es lo que pasa en las grandes derrotas, no erosiona el prestigio social de la mayoría de los presos. Porque hubo también mucha dignidad, mucho heroísmo, mucha resistencia digna y sin alharacas. Si los “presos” tienen un prestigio social extendido, es porque sin publicidad ni de la burguesía, ni de los medios privados que son sus portavoces, hay una historia de coraje y resistencia, en la que el pueblo se reconoce. Cuando cientos de miles voceaban “Liberar, liberar, a los presos por luchar”, la gente sabia perfectamente bien de lo que estaba hablando y exigiendo.
Aquí a los presos no les regaló nadie nada, se organizaron y salieron a reclamar compensaciones a las que tenían derecho, por obra y circunstancia de lo que hoy se reconoce como “el terrorismo de estado”.
A la burguesía eso los molesta. Pero lo más lamentable de éste último episodio es que toda una falange de la denominada “izquierda radical” salga a hacerse coro de lo burgués y reaccionario.
¿Cuándo a ciertas “busecas” se invita a Semproni, se come junto a él, y nadie protesta, publicó Hugo Bruschi alguna nota?
No tenemos registro de la misma. Como también vamos a decir –porque es la ocasión más que bien pintada- que varios de los blogs de la “izquierda radical” practican la censura, incluso contra colegas de la prensa opositora alternativa.
Crysol, que hoy esta en la picota de ciertos pretendidos “radicales” es un organismo sindical de los presos de todos los partidos políticos que fueron reprimidos por la tiranía militar . Y dentro de Crysol existen corrientes diferentes de opinión, algunas partidarias y otras que no lo son, pero que siguen derroteros fijados por su participación política anterior, con todos los prejuicios y errores (y mas de un viejo horror) en el cual entonces creían y hoy, todavía, mantienen.
Pero es un organismo capaz de movilizar en plenarios, manifestaciones, marchas y concentraciones que sobrepasa en mucho el número de miles de afiliados que tienen algunos sindicatos. Crysol, congrega sus buenos 400 o 500 militantes, cada vez que tiene ocasión de hacer oir su voz y manifestar su presencia. Hay sindicatos de decenas de miles que no son capaces de llegar ni siquiera a la décima parte de ese poder de convocatoria con sus decenas de miles de cotizantes y afiliados.
Y para que vamos a hablar de todos “los colados” que no estuvieron nunca en Crysol, pero que apenas se obtuvieron las leyes de reparación, se apresuraron a acogerse a la ley que “reparaba” y siguen tan campantes, sin ni siquiera afiliarse al organismo del cual se benefician. ¿Tiene Hugo Bruschi en su panoplia de argumentos, alguno para definir con precisión a estos “indiferentes” pero rapidísimos y muy ligeros, para beneficarse de las luchas ajenas?
Entre otros “ cierto” rehén, muy prominente él, que se apresuró a desconocer el mandato de asamblea a nuestros delegados, para que los primeros en beneficiarse por la ley fueron aquellos compañeros más viejos, los más enfermos, y los mas necesitados. Porque el “rehén” de marras, se mandó su cartita particular a los organismos gubernamentales para solicitar que se le considerara su caso urgentemente, por causas de necesidad, cuando era prominente propietario de cierto negocio en el ramo de carnes de una populosa zona de Montevideo. Si quieren –algunos- hablar de estos temas, les anunciamos que vamos a poner todos los antecedentes arriba de la mesa y, lo advertimos porque hay más de uno, que no va a salir bien parado. Así, que a buen entendedor y “radical” pocas palabras bastan.
Crysol es además un sindicato de “los presos y presas” entre los cuales existe la democracia más plena en sus plenarios. Quisieran más de un organismo que aglutina “radicales” poder hacer uso en sus reuniones, de la libertad de expresión que existe en Crysol!!!
El incidente del ómnibus policial, si entre los” radicales” del juicio liviano, hubieran algunos sensatos (y capaces de abandonar el sectarismo estéril) es sencillo. Crysol obtuvo por gestión del sindicato la posibilidad de disponer algún ómnibus de los organismos públicos para trasladar a algunos de sus militantes que están viejos, achacados y enfermos y no disponen de medios propios de locomoción. Que alguien o alguno, dentro de esos organismos creyó conveniente jugar la cartita del “ómnibus policial” fue una maldad, de las “maldades insolentes”, esas, que comenta Discepolo en su célebre tango. Estamos plenamente seguros que ningún directivo de Crysol, fue a pedir que les enviaran particularmente –y para la ocasión- ese ómnibus, que es el supuesto motivo del escándalo . Crysol, en el incidente fue víctima, y no al revés, como algunos que hacen el escandalete, pretenden.
Y por la publicidad que esta teniendo el asunto (además de la mala intención manifiesta de algunos de la izquierda “radical”) es conveniente comenzar a señalar que aquí parece que hay “coincidencias” que deben considerarse.
Los partidarios de la “izquierda radical” que quieran ganar espacios políticos más amplios, que aspiren a ganar la buena voluntad de la inmensa mayoría de los asalariados sumergidos en la indiferencia, el apatismo y el consumismo, deben elegir con más tino y reflexión los blancos de sus campañas.
No es volviéndose contra Crysol, y su sufrida militancia, que habrán de conquistar laureles. Por el contrario, seguirán en el camino del aislamiento, en que otros –los “progresistas” que están el gobierno- quieren sumergirlos. Algún crítico –que ni siquiera es afiliado- como reconoce y que hace poco recomendaba - tomar “avivol en damajuana”- es el mismo subjetivo de siempre, que cada vez que es aludido, ni siquiera tiene la decencia de dar la cara por lo que ha escrito. ¿Cómo, define Hugo Bruschi, esa liviandad de carácter, de un “radical” prominente?
Conviene no confundir radicalismo, con sectarismo obtuso.
Por ese camino, que lleva a la secta, al círculo pequeño, a la insignificancia, entre los que a falta de enemigos reales, se ponen a buscar debajo de las piedras los cangrejos, con los cuales hacerse cartel.
A Crysol, y a sus afiliados, el tema nos tiene sin cuidados, seguiremos siendo afiliados y convocatoria presente, en cada acto de nuestro sindicato de todos los presos y presas políticas que en el Uruguay hubo. A nosotros “los crysoleros” no nos van a debilitar. Antes de ser presos, fuimos todos militantes y sabemos bien, de las figuras “raras” que pululaban dentro de la izquierda, haciendo cartel de “su radicalismo”.
Hugo Bruschi, puede estar tranquilo de que no va a aparecer ni Crysol ni sus militantes en “asado” alguno con los milicos, en algún cuartel, pero asegurese bien “el mismo” que no aparezca de comensal en alguna “buseca” donde otros, que son también “radicales”, convidan a traidores como Semproni.
Nada mas.
c.e.r.
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